¿Y ahora quien podrá defendernos?

Por: Mariano Jazmín 

Escuchando yo sin querer queriendo, una conversación entre dos amigas, o más bien compañeras de andanzas, sentadas cada una en una silla vieja y cansadas, estaban en frente de una casona, el escenario llamó mi atención y la tuvo de inmediato, cuando escuché a una decirle a la otra "supiste que ya la Dra. Lora no está en el hospital de Engombe", a lo que la receptora con cara de asombro y voz chillona respondió "queee y ahora quien podrá defendernos? Dios mío, sin la Dra. Lora en ese hospital nos fuñimos".

En seguida llegó a mí una serie de recuerdos, sobre casos en los que municipes de diversos rasgos sociales, de diferentes partidos, de todos los sectores; en algún  momento determinado solicitaron la mano amiga de la Dra. Lora, y siempre estuvo ahí, y desde mi interior surgió la misma pregunta que hiciera una de la interlocutora ¿y ahora quien podrá defendernos?.

El nuevo incunvente del hospital de Engombe tiene un gran reto por delante, igualar la gestión de Ana Luisa Lora es casi imposible, y superarla sería una proeza muy difícil para una persona común, su vocación de servicio continuo la convierte en excelsa, vestida con traje de justicia y trabajo social, salía cada mañana a ejercer su función de comunitaria hasta la saciedad, sus buenas atenciones, la igualdad para con todos, la catapultó como heroína de muchos.

  A causado tristeza su partida de ese centro de salud, por lo que ella representa para los más necesitados, estoy confiado y más que seguro que esta historia no será de final triste, seguramente el futuro le deparará algo mejor, desde donde seguirá ejerciendo su fascinante trabajo en favor de la gente, sé que queda Lora para rato, sin temor a equivocarme lo puedo asegurar; sin pose, natural, así como ella es, la verán en las calles y callejones, en los lugares más remotos de su municipio, haciendo lo que mejor sabe hacer, servirle a la gente.