Por: Carolina Abréu
La frontera entre la imaginación y la realidad es la capacidad que cada uno de nosotros tiene para convertir cada obstáculo en el escalón que nos lleva a concretar las metas.
Nunca dejes de creer en ti. Eres capaz de superar cualquier obstáculo, Actúa como si lo que haces marcase una diferencia, porque lo hace. La peor soledad es no estar cómodo contigo mismo.
Al escribir la historia de tu vida, no dejes que nadie más sostenga el lápiz. Nunca pidas perdón por ser como eres. Los demás son los que deben pedirte perdón por intentar que seas otra persona.
No te preguntes a ti mismo qué necesita el mundo: pregúntate qué te hace sentir vivo y entonces haz eso. Porque lo que necesita el mundo es gente que se siente viva.
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